Visitar Córdoba en Semana Santa es una buena opción para poder disfrutar la ciudad en primavera, una de las épocas más bonitas del año.
Para esta fiesta religiosa, Córdoba se engalana durante una semana para acoger en sus calles las distintas Cofradías de Penitencia que recorrerán la ciudad. Así el centro de Córdoba se llena de desfiles procesionales que parten de los distintos barrios para confluir en la Carrera Oficial, con la novedad de que este año todas las procesiones recorrerán las calles del Casco Histórico para llegar hasta la Catedral. Aunque no todas las Hermandades podrán acceder al interior del templo, sí lo harán hasta el Patio de los Naranjos. En la Puerta de las Palmas, se expondrá la Custodia labrada por Enrique de Arfe en el siglo XVI, durante aquellas jornadas en las que las Cofradías no entren en el templo (Lunes, Miércoles y Jueves Santo).
Actualmente la Semana Santa cordobesa tiene un total 37 Hermandades, que comienzan a desfilar el Domingo de Ramos con La Borriquita, y finalizan con El Resucitado el Domingo de Resurrección. De las imágenes que cuentan con más devoción entre el pueblo destacan El Rescatado que, desde la parroquia de Nuestra Señora de Gracia, recorre las calles el Domingo de Ramos; el Cristo del Remedio de Ánimas, sale de la Iglesia de San Lorenzo y procesiona el Lunes Santo; Nuestra Señora de la Paz y la Esperanza, que parte desde el Convento del Santo Ángel, en la plaza de Capuchinos, el Miércoles Santo; el Jueves Santo hacen estación de penitencia Nuestra Señora de las Angustias, una de las tallas más antiguas, atribuida a Juan de Mesa, y parte de la Iglesia de San Agustín, o el Cristo conocido como El Esparraguero, desde la parroquia de Nuestra Señora de Gracia; el Viernes Santo procesiona La Virgen de los Dolores, que sale de la Iglesia del Hospital de San Jacinto, en la plaza de Capuchinos, y destaca por ser la que concentra un mayor número de nazarenos en su procesión; también lo hace El Cristo de la Buena Muerte desde la Iglesia de San Hipólito. Y aún son muchas más las que completan el panorama cofrade durante estos días.
Además de las procesiones, para sentir Córdoba, es tradición visitar y ofrecer devoción a La Virgen de los Dolores el Viernes de Dolores, la visita a los Sagrarios instalados en las iglesias durante el Jueves Santo, la obligada parada en alguna taberna entre procesión y procesión, o en algunos de los puestos de caracoles repartidos por la ciudad. Y si ya ha abierto la flor de azahar, disfrutar de un paseo por las calles de Córdoba inundadas de esta singular fragancia.
En la Semana Santa de Córdoba, se entremezclan en la ciudad el olor a incienso y el canto de saetas, viacrucis y estaciones de penitencia, tallas de gran calidad artística y bandas de música, interminables filas de nazarenos iluminados por sus cirios, el fervor religioso con la curiosidad de los turistas. Toda una combinación de devoción, silencio, convivencia y tradición que hacen de estos días una semana especial y convierten a la Semana Santa de Córdoba en una de las más importantes de Andalucía.