Visitar Córdoba en verano...sí...has leído bien...en VERANO. Y ¿por qué no?.
Son muchas las razones que nos llevan a decantarnos por un viaje a Córdoba en verano sin ningún temor a las altas temperaturas o a la exposición al sol, ya que son tantas las opciones para vivir esta visita intensamente que conseguiremos disfrutarlo y no padecerlo.
Nuestras 5 grandes razones para vivir el sol de Córdoba en verano:
1- LLEGAR RÁPIDO...APROVECHAR CADA MINUTO:
La situación geográfica de Córdoba y la facilidad para acceder a esta hermosa ciudad por diferentes medios de transporte la convierten en un destino al que es bastante fácil llegar. Bien por autovía o haciendo uso de la agilidad, rapidez y comodidad del tren de alta velocidad AVE, Córdoba es destino de paso obligado hacia otras ciudades andaluzas, muchas de ellas grandes enclaves costeros y de playa.
Es por ello, que detener nuestros pasos en la ciudad califal resultará cómodo y muy gratificante sin duda por cuanto tiene para ofrecer.
Las visitas guiadas son una importante opción que canalizarán nuestros recorridos aprovechando los más oportunos tramos horarios que eviten las horas de calor extremo o recorridos plenamente al exterior por las zonas menos protegidas del mismo.
2- EL CLIMA.
Aún cuando Córdoba en verano es conocida por sus altas temperaturas, por contra ofrece un clima que permite una despreocupación prácticamente absoluta en lo que a la intromisión de lluvias, tormentas, vientos y otros tantos factores climáticos que desluzcan o entorpezcan nuestro viaje.
Sólo es cuestión de organizar las visitas y prolongados recorridos al aire libre en las primeras o últimas horas de luz del día, dejando el interior de monumentos y similares para las franjas centrales, sabiendo que dispondremos de tramos de luz natural hasta las diez de la noche o más.
3- OFERTA HOTELERA PARA TODOS LOS GUSTOS.
Los hoteles de Córdoba se encuentran estratégicamente repartidos por la ciudad de modo que puedan dar respuesta a las preferencias de los visitantes. Conocedores de las altas temperaturas veraniegas, la oferta hotelera se extiende a zonas algo más retiradas del casco histórico pero enclavadas en espacios de mayor cercanía a la sierra, garantizando así algunos grados menos de temperatura con respecto al centro de la ciudad.
Todos ellos disponen de piscina y grandes espacios abiertos donde disfrutar de cenas tranquilas con una agradable temperatura.
4- ESPECTÁCULOS NOCTURNOS.
Para dar respuestas a visitas a los más emblemáticos lugares y monumentos de la ciudad, algunos de ellos disponen de visitas y espectáculos en horario nocturno para dar esta opción a aquellos que prefieran disfrutar su belleza llegada la noche.
Concretamente la Mezquita-Catedral, El Alcázar de los Reyes Cristianos y recientemente Medina Azahara, ofrecen estas posibilidades a través de visitas guiadas o espectáculos de luz y sonido especiales.
5- GASTRONOMÍA PARA PALIAR EL CALOR.
Las recetas tradicionales de esta ciudad contemplan platos muy gratificantes que nos refrescan y proporcionan los mejores sabores.
Los ingredientes y productos de la tierra se conjugan en platos que además de deleitar a quien los prueba sirven para paliar las altas temperaturas del mediodía, propiciar digestiones ágiles y recuperar fuerzas para continuar nuestro camino.
Los grandes platos estrella como el salmorejo o el gazpacho fluyen en muy diversas vertientes propias de cocina tanto tradicional como de vanguardia.
Por ello, y por mucho más que merece la pena descubrir, Córdoba en verano se perfila como una magnífica opción digna de ser incluida en nuestros viajes y escapadas de esta vacaciones.
