Qué interesante planteamiento ese de "viajar solo o acompañado". A estas alturas de nuestra trayectoria profesional, desde Encórdobate hemos sido testigos de todo tipo de viajes que realizan los visitantes a los que guiamos en nuestras visitas.
Sinceramente hay de todo y para ser honestos, todo legítimo y respetable sin lugar a dudas. Sin embargo el hecho de viajar solo o acompañado está tremendamente marcado por algunos factores que nos van a servir de argumentario ante este planteamiento.
Viajar solo o acompañado: tú decides.
Esta decisión en ocasiones es absolutamente voluntaria y otras veces responde a circunstancias personales, profesionales, etc.
Probablemente la menos habitual o la que puede que no nos hayamos planteado nunca sea la opción de viajar solo, aunque os podemos asegurar que es más frecuente de lo que muchos podáis pensar.
Pero...¿Por qué se viaja solo?, ¿Es aconsejable, es divertido o por el contrario es una evidencia de soledad indeseada?. Analicemos esta situación.
- En ocasiones se viaja solo por motivos laborales. Podemos vernos en la necesidad de pasar unos días, semanas o hasta meses fuera de casa por necesidad de nuestras obligaciones laborales y aprovechar días de descanso o momentos libres para visitar y recorrer la ciudad de destino y las cercanas.
- Otras veces el viajero/a solitario se debe a un momento personal de necesidad de encontrarse con uno mismo, de huir de situaciones complicadas, de oxigenarnos y estar solos para poder reflexionar a la vez que cambiamos de aires.
- De igual modo hay quien ha perdido a su pareja por alguna causa, o ha terminado una relación y decide seguir su vida sin descartar viajar aunque sea en solitario.
- Nos encontramos también con el perfil de quienes disfrutan viajando de forma absolutamente autónoma, sin tener que coordinarse con nadie, sintiéndose profundamente libres al ser los únicos dueños de sus horarios, destinos, decisiones, organización. No por ello estas personas son hurañas y poco sociables, al revés. La gran mayoría establece amistad y conversación con otros viajeros, compañeros de desplazamientos, grupos de visitas turísticas en los que se integran... eso si, sin romper en ningún momento su ruta absolutamente personal.
En otro plano están las personas que nunca optarían por un viaje en solitario...¿razones?
- Para ellos viajar al menos con otra persona les confiere seguridad una vez salen de su zona de confort, y disfrutan compartiendo la experiencia del turismo en compañía.
- Otros son amantes de los viajes en gran grupo con gente muy conocida y afín. Para ellos el disfrute del turismo se multiplica, es un signo de buenos ratos asegurados, comidas interminables, nuevas experiencias, largas conversaciones, risas...
- Los viajes en familia también son una opción de muchos viajeros que adaptan sus destinos en función de la edad de los hijos y que disfrutan con esos días juntos descubriendo experiencias y lugares desconocidos. En ocasiones las prisas del día a día no nos permiten saborear la compañía de la familia, de nuestra pareja e hijos y un viaje es una buena oportunidad de poner freno a ello.
Como veréis desde Encórdobate no hemos entrado en el terreno económico puesto que viajar solo o acompañado no tiene por qué implicar menos o más gastos respectivamente, ello dependerá precisamente de otros factores (distancias, medio de transporte, duración del viaje, tipo de alojamiento, comidas...)
Lo que sí defenderemos siempre es la libertad de viajar de aquella forma que nos haga más felices, sin enjuiciar a quien lo haga de forma diferente a la que nosotros consideramos la idónea y sobre todo teniendo la mente abierta a probar en algún momento nuevas y diferentes opciones con el único fin de sacar siempre lo mejor de cualquier escapada que hagamos.